
Phaedra Barratt
Fundadora y CEO
Phaedra Barratt fue criada en las Bahamas, donde desarrolló un interés y conexión con la tierra y la naturaleza. Siendo única hija con gatos como hermanos y amigos le dio a ella enfoque a esos sentimientos. Los vio como seres mágicos y maravillosos que dormían a su lado desde su primer día. Ella siempre amaba a los animales, pero los gatos para ella son especiales.
Phaedra estudió fotografía en La Escuela de Diseño en Rhode Island. Luego, recibió una Beca Fulbright para Fotografía en México, una oportunidad que resultaría muy educativa más allá del alcance de su programa.
En 2001, esta Erudita Fulbright se mudó a Londres donde obtuvo una Licenciatura en Ciencias en Acupuntura con honores de la Universidad de Portsmouth. Después de 11 años, con una próspera carrera de acupuntura y una hermosa familia formada por ella, su esposo, su hija de dos años y dos gatos, Phaedra se cansó de los cielos grises. Empacaron sus vidas en tres maletas y se mudaron a San Miguel de Allende, México.
Aunque siempre fue defensora de los gatos rescatados, dos felinos de raza pura de la misma camada aparecieron en su vida, muy enfermos y sin esperanza de sobrevivir. Con su cuidado y sin parar, los sanó. Luego, un amigo dijo que el gato gregario debía tener su propia página en Instagram, entonces @Balam_Says (@Balam_Dice) nació.
A medida que crecía la fama de Balam, Phaedra se dio cuenta de que podía utilizar su plataforma para crear conciencia sobre el sufrimiento de animales en México. Irónicamente, fue un *perro* rescatado que llegó a ser el catalizador para esto. Resguardó a un perro con las piernas traseras paralizadas. Mientras se recuperaba de sus heridas, lo adaptaron con su primera silla de ruedas y le dieron el nombre Speedy. Gracias a la página Instagram Balam_Says, una mujer en California siguió su historia y lo adoptó. Después llegó Twiggy, una gata dulce pero gruñona con VLFe. Al principio fue acogida, pero luego llegó a ser parte de la familia por un tiempo demasiado corto pero maravilloso.
Fue en ese entonces que Phaedra decidió fundar una 501(c)3, una organización sin fines de lucro en beneficio de los gatos callejeros y salvajes de México: The Balam Foundation. Además de recibir gatos rescatados, pagar los gastos médicos de los gatos enfermos y heridos, y encontrar hogares permanentes para esos gatos, The Balam Foundation se enfoca en la raíz del problema, yendo a las comunidades pobres y brindando campañas gratis de esterilización. Hace poco, la Fundación también se hizo responsable del Santuario Felino Rey Ashoka, A.C. y sus ~150 gatos, dado que su fundadora está enferma. Dentro de muy poco tiempo, las responsabilidades de Phaedra han crecido exponencialmente.
Phaedra Barrett está motivada por el profundo amor y compasión que siente por los gatos que ella ayuda. Su objetivo es cambiar el destino de cada gato que tiene el honor de ayudar creando finales felices para cada gato que le encuentra un hogar.